domingo, 14 de mayo de 2006

Vida?

Lo llaman vida, pero se esconde tras un manto de muerte. Lo llaman vida pero nadie sabe lo que llama.

No es el impulso por dejarlo todo atrás, ni sacrificar el presente para labrar un futuro mejor. No es salir por la noche y fundirse entre una masa informe de extraños. Ni ahogar los instintos entre toda clase de drogas. No es follar con desconocidos, no son los coches caros, viajar, humillar a la gente, la fama, el prestigio, o el reconocimiento. No es la adquisición sistemática de conocimiento, ni vaciar la mente para llenarla de cosas vanas, alegres, interesantes, emotivas. No es mirar para otro lado cuando ocurre una desgracia, ni cargar a las espaldas todos los males del Mundo. No es un ideal imposible de alcanzar.

Es disfrutar cada instante, que cada sacrificio sea realizado sólo para obtener un placer mayor. Es amar, desear, ... Es tener consciencia de uno mismo y de los demás.

Que no te vendan la moto, no te dejes engañar. Porque lo fácil es dejarse llevar, acabar enredado en una maraña de obligaciones, compromisos, prejuicios y sentimientos de culpa, que acaban asfixiando a las personas y haciéndolas presas de un Estado de falsa escasez, cargado de represión excedente, fruto de una Historia mal contada y mejor olvidada.

No busques un modelo, porque los moldes no existen. Sólo existen los encasilladores, los que imponen su visión simplificada del mundo y a golpe de gritos, repeticiones y torturas mayores, graban en tu cabeza que la vida es dinero, que hay que destruir para crear, y la felicidad se alcanza trepando a lo más alto de la escala social. Enajenado, solo y rodeado de gente. Que no te atornillen un concepto que no va contigo, que no te hagan envidiar lo que no deseas.

Y se aíslan en una torre de marfil, y se flagelan ante cada oleada de sus instintos más sinceros. A latigazos de culpa acaban con todo vestigio de humanidad y, habiendo alcanzado un estado de semi-muerte, lo llaman vida, y lo venden como ideal, que nunca alcanzarás.

¡Pero mírame, soy un ser de amor, de un amor de verdad, de un amor carnal! “Y esta lágrima azul que corre por mi mejilla es con mucho lo mejor, quizá lo único cierto.”