martes, 29 de noviembre de 2011

En "La Ola" lo llaman Autocracia pero "El Padrino" prefiere Familia

La Ola (Die Welle), como obra artística en sí, resulta pobre y aséptica. Quizá porque es una peli de adolescentes y para adolescentes. Quizá por el concepto que tenemos de lo alemán: limpio, ordenado, cuadriculado (porque la peli es alemana)... Toda la atmósfera refuerza ese cliché y hace que los punkis-anarkistas parezcan extraterrestres venidos de otra dimensión, como un escalón abrupto, sin un continuo. Todo es demasiado rígido y los personajes demasiado simples. Quien sabe, quizá en Alemania las cosas son así, y si no, te conviertes en un tarado.

Lo realmente bueno de la película es la temática: La Autocracia. Aunque en mi opinión no perfila muy bien el concepto, si lo entendemos como "sistema de gobierno en el cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley". Ya que, la película se centra sobre todo en el poder del grupo y el peligro de la dictadura. Y deja un poco de lado el papel del líder, que queda reducido a una especie de símbolo, talismán o fetiche que más que obedecer hay que interpretar.

Comienza la acción con una actividad en el instituto, en la que los alumnos estudiarán diferentes sistemas de gobierno (Autocracia Vs Anarkía). La peli se centra en el grupo que realizará el estudio de la Autocracia. El profesor que imparte esta clase emplea un método un tanto especial, que consiste en aprender practicando. Para ello convierte su clase en un régimen autocrático.

La formación del régimen es gradual y, al espectador se le muestran los diferentes pasos y las principales características de este tipo de organización.
Al formarse el grupo, los alumnos y el profesor se dan cuenta de las enormes ventajas del trabajo en equipo, no sólo en cuanto a productividad sino en cuanto a su estado anímico y emocional.
El líder no se ha impuesto por la fuerza, es votado y goza del reconocimiento de la mayoría. Más que un dictador acaba siendo un mero coordinador, y el verdadero poder emana de la cohesión del grupo. Los problemas comienzan cuando el grupo está fuera del control del líder, es decir, fuera de las aulas.

Para "hacer grupo", el profesor recurre al uniforme, los rituales, los símbolos, el sentimiento de pertenencia, el rechazo y marginación de "los otros". Se hace especial hincapié en la uniformidad de todos los miembros, que no haya espacio para lo diferente, lo minoritario. Esta uniformidad es la desventaja que contrapone al trabajo en equipo y, es lo que justifica el rechazo del sistema autocrático, que siempre acaba en la represión de la minoría. Por eso es mejor ser individualista que comunista.

En toda la trama subyace el Nazismo (o nacionalismo exacerbado), por supuesto todos lo rechazan de forma unánime. Aparece como un fantasma, un tabú, algo oscuro y obsceno que empaña el pasado de cualquier alemán y el concepto mismo de Autocracia. Aún cuando sería posible tener una Autocracia sin la necesidad de cometer crímenes contra la humanidad. Lo que el mundo entero rechaza del Nazismo es la limpieza étnica, pero ese rechazo se ha contagiado al resto de teorías políticas, sociales, económicas... del nacional-socialismo. Como también ha ocurrido con el Comunismo, el Fascismo, el Anarkismo... Hoy día, parece que la única forma de no cometer crímenes, es no tener ideas políticas, ser sólo un individuo.


Recientemente me he tragado las 3 partes de "El Padrino". Aquí también existe un grupo "autocrático", pero los lazos entre sus miembros son distintos, son lazos de vasallaje, de correspondencia, familiares...También está el dinero, que aunque se utiliza para entablar y reforzar relaciones, queda segregado al apartado bien diferenciado de los negocios.
La estabilidad del sistema y la cohesión del grupo se basa más en el lideraje, ganado, merecido... El Padrino es respetado por todos y es un verdadero lider, tiene una forma de hacer, unos valores, sabe elegir a sus colaboradores más cercanos y mantiene una actitud partenalista hacia el resto de miembros de la Familia.

Obviamente la violencia juega un papel muy importante: En el ámbito personal/social como herramienta de venganza;  en los negocios, sistemáticamente. Se administra de forma justa acorde a los cánones del honor siciliano, frente a la del Estado que está corrupta, acorde a los cánones capitalistas. El temor a sufrir la venganza de El Padrino refuerza la conducta leal.

"Sangre por sangre", "la violencia sólo engendra violencia" y el único que puede detener esta espiral es alguien con autoridad.
En fin, en este caso, a la fuerza del grupo se opone la desventaja de cómo evitar la espiral de violencia, sobre todo ante los crímenes de sangre. En los Estados modernos se ha solucionado, con la capitalización del aparato represor (policía y ejército) y una justicia "independiente".
El Padrino es una peli de contrastes: EEUU Vs Sicilia, Estado Vs organización criminal, familia Vs individualidad... Una obra maestra.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Mirando al mar
 

 
Los Iframes: extrañas puertas a otros mundos....

viernes, 4 de noviembre de 2011

Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?

Seguro que en más de una ocasión te has pasado todo el día  delante de tu computadora, ipad, iphone... hiperconectado a Internet, leyendo noticias, actualizando el facebook, twitter, o quizá tu blog, chateando, buscando entradas de cine, ofertas de empleo, canciones en el spotify, vídeos en youtube... Todo a la vez ¿por qué no? Y has acabado con la impresión de no haber hecho nada, de no haber acabado nada, deseando volver a conectarte porque estás teniendo un montón de ideas mientras acurrucas tu cabeza en la almohada.

Yo he experimentado estos síntomas de rata de laboratorio, pulsando F5 para recibir mi recompensa. Y, al parecer, no soy el único.

La pregunta es: ¿Esto es malo?
Leerte el libro no te va a dar la respuesta, pero analiza de forma amena los cambios que está introduciendo el uso y/o abuso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en nuestras vidas.
Y el principal efecto que denuncia el autor es que nos volvemos superficiales, que no profundizamos, que estamos todo el rato de aquí para allá, leyendo transversalmente, pulsando en el siguiente hipervínculo, o saltando al nuevo correo, contestando el chat... En este ajetreo sin tregua, es normal que nuestro pobre cerebro no de a bastos para fijar el contenido.
Utilizando las tan socorridas analogías informáticas, estamos todo el rato tirando de RAM, de micro y de tarjeta gráfica, porque hay muchas imágenes, mucho flash, vídeo... es todo muy seductor. Al desconectar, no hemos guardado nada en el disco duro. Pero no importa, porque todo está en la Red y podemos acudir a ella siempre que lo necesitemos.

Nuestro cerebro no es un ordenador, y estos comportamientos dejan su huella física. El cerebro es un músculo plástico, moldeable. Ejercitarlo en el arte de navegar en la web va en detrimento de otras de sus capacidades, como: la concentración, profundización y elaboración de un pensamiento crítico integrador de todas las experiencias y conocimientos del individuo.

Perdemos profundidad, memoria y capacidad de concentración. Pero ganamos en rapidez a la hora de tomar decisiones, con un solo vistazo sabemos si el contenido nos interesa y vamos cerrando el círculo de nuestra búsqueda. También ganamos en nuestra capacidad de inmersión en un nuevo contexto, aunque sea por un espacio de tiempo breve.

En cierto modo, se produce una atrofia del músculo, como cuando el leñador pasó del hacha al motosierra. La herramienta se convierte en una extensión más de nuestro cuerpo y este ha de adaptarse a ella. Así conseguimos ser más eficientes, pero también más mecánicos. Tareas que antes pudieran parecer divertidas, interesantes o artesanales, se convierten en pasos fijos y calculados, nos alienamos.

El autor, también hace un repaso por todas las tecnologías del conocimiento, lenguaje oral, escritura, imprenta, el libro, el reloj... y los relaciona con los efectos en nuestras mentes. A la vez ofrece ejemplos de experimentos relacionados con cada aspecto y anécdotas de personajes históricos, como la que narra el cambio en el estilo de Nietzsche cuando pasó a utilizar la fría y rígida máquina de escribir.

Internet nos ha dado mucho, eso es innegable, inmediatez en los trámites y el acceso a la información, en las comunicaciones... Pero no hay comida gratis.


Mis apreciaciones sobre el libro de Nicholas G. Carr "The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains"

lunes, 24 de octubre de 2011

Somatizar la angustia

Somatizar una angustia: siempre me había parecido algo muy sexy, un punto de unión entre dos mundos, una puerta abierta al cajón de todos los males.
Los hombres tienen problemas, luego soy un hombre y mi circunstancia es incierta. Pero preferiría ser un espectro, o un alien o... un angel, de esos que disparan flechas de amor eterno.

No existe la crisis, quizá sí la personal, pero no deja de ser un estado de ánimo. Sólo quiero un mundo mejor. No es mucho pedir. El hombre viajó a la Luna y a todos nos pareció lo más normal.

Corren tiempos extraños, falta para pensar. Es normal que no sepamos dónde vamos, es fácil que no sepamos ni dónde estamos ¿Estamos?
Y si la vida es un sueño como dijo algún navegante... me quedo con mi pesadilla llena de monstruos y tics nerviosos.

Tic-tic-tic...-- Atchússs!!!--- cof-cof-cof

Casi lo confundo con hacerse mayor, pero eso no es cierto. El Domingo a la noche me dijo Punset que viviría 100 o más años!!! Y me pareció terrorífico tener que aguantar tanto. Escohotado habló de Ibiza y las drogas, era una buena manera de pasar el rato, pero siempre amanece y el alcohol es tan malo...

Y el puto nervioso Tic-tic-tic... ¿Se me estará notando? ¿Cuantos demonios no se habrán escapado?

Hay quien si no habla revienta. Pero a mí me tiemblan las manos si no cojo el boli o teclado. Aunque un tic en el ojo es una figura tan literaria como otra cualquiera, para verter las entrañas. Pensaba en mis hijos, en mi pueblo, en el trabajo, en el futuro inmediato... pero se puso nublado y quedó empapado, otra vez a empezar, otra vez la hoja emborronada. Si sólo hubiera seguido los trazos que me habían marcado...

Me puse a leer y un tal Carr, me dijo que Internet era la causa de mi dispersión, que ya no podía seguir de arriba a abajo, que había quedado atrapado en  la transversalidad... pero fue demasiado tarde y ya estaba en un nuevo hiperenlace, picoteando en otro abrevadero. Entonces comprendí porqué nadie contesta mis mensajes.

Otra vez el dedo en el ojo. Pero a Tic no le agradan las caricias.
Tic-tic-tic...-- Atchússs!!!--- cof-cof-cof
Me está metiendo todos los demonios. Me rasco, no recordaba las uñas tan largas, ni ese color rojo, resbalando, tan cálido... Por fin! Lo arranco, lo sostengo en mi mano, me mira, nos miramos y mientras los demonios pululando...

viernes, 14 de octubre de 2011

Houston! Houston! Tenemos un poema!

Una polilla en el sistema principal.
Se ha pegado y abrasado la bondad.
La atmósfera es irrespirable,
a huesos rasgando la carne,
a piel sucia e instinto animal.

Don't worry! Don't worry!
you should go one level up.


Pero muchos mueren ahogados en el mar
y luego allí, la gente es discordante.

Trabajad y no tendréis hambre
Trabajad o ahogaros en el mar
pero no volváis a molestar:

Aquí, está lleno.
No veis las caras de la gente?
vacías, sin contenido,
pidiendo en silencio la muerte,
atados a un incierto destino,
sin hilos, de una red pendientes.

Es sólo para los que ya están dentro
y también sufren,
aunque su estómago esté lleno,
son niños eternos,
trapicheando por un sueño que no se cumple.


Engañados:
-La historia no es como nos la habían contado.
Temerosos:
-Y ahora, dónde vivo?
Marginados:
-Quién controla mi destino?

Houston! Houston! Nos volvemos a la tierra!
Viento en popa, a toda vela!
A ver si de una vez revienta
y lo retomamos picando piedra.

No sé de qué os quejáis tanto,
hay gente rica y esclavos.
La educación no os pone al mando.
Nacimiento, dinero, ambición..
sin escrúpulos, sin miramientos.
Sois sensibleras ratas de callejón,
sin agresividad no hay reconocimiento.

lunes, 3 de octubre de 2011

Terrence Malick: three movies

En unas semanas he realizado mi particular ciclo sobre este director. Con expectativas contradictorias, porque, al parecer, se trata de un director de culto, del que yo tampoco sabía nada. De hecho, repasando su filmografía, jamás había visto una de sus películas y la única que me resultaba familiar era “La delgada línea roja”. Había oído buenas críticas en “Dias de cine” de la última, “El árbol de la vida” (y yo creo que en este programa tienen buen criterio). Pero las críticas iban en la línea de las imágenes, la música, la atmósfera y dejaban traslucir un cierto misticismo-naturalismo del director. Yo soy una persona muy mundana, a la que no le importa lo más mínimo si el universo es obra de Dios, del Big-Bang, o si es real la dualidad onda-corpúsculo. Vamos, que los agujeros negros y el misterio de la Santísima Trinidad entran dentro del mismo saco de cosas que me la pelan.
He de decir que la película me gustó, me gustó bastante, pretty good, força bona... Y ha sido la mejor de las tres.

El árbol de la vida (The tree of life)

El principio de la película iba en la línea de mis peores expectativas: no se veía una argumento coherente o lineal, rascacielos, imágenes del inicio del universo y la vida; muy impactantes, con música grandilocuente... Ya empezaba a regodearme en las pestes que iba a lanzar al salir del cine. Afortunadamente, después del repaso de millones de años, resumidos en unos 30 minutos y sumida la sala en una atmósfera mística, de luz, fuego, agua, tierra... Comienza la historia. Esta, gira en torno a una familia de clase media americana de los años 50 que pierde a uno de sus hijos. Pero es también una historia en torno a la vida y la muerte, en torno a las creencias y estilo de vida de la sociedad norteamericana, su religión, su ejército, su economía. Conjuntamente se desarrolla la que podría ser la evolución de la humanidad o de esa supuesta Orda primitiva de la que nos habló Freud. Para mí, tiene muchas referencias a la psicología: complejo de Edipo, parricidio... Además todo ocurre en un ambiente de tensión e intriga que te mantiene enganchado en todo momento.
El personaje que interpreta Brad Pitt es el más complejo, el más cargado de conceptos y el más sorprendente.
Nunca digas "No puedo" di que te está costando, que estàs en ello...

Como crítica: Me sobraban todo lo que cae fuera de la historia de la familia, la explicación del universo. Pero, también es cierto que dota a la película de algo más que argumento, le da cierto toque de "experiencia", de evento religioso, de tiempo para la reflexión o para hablar con nuestros diosecitos.


Dias del cielo (Days of heaven)

Está bastante bien, una historia donde se pone en contraste el desarrollo industrial frente a la naturaleza y el empeño del hombre por dominarla; el campo frente a la ciudad; los privilegiados frente a los obreros. La historia transcurre en las primeras décadas del siglo XX en los grandes campos de cultivo norteamericano, explotados de forma industrial con grandes máquinas que desprenden enormes columnas de humo y que contrastan fuertemente con el verdor y la magnificencia de los paisajes.
Es una historia de amor, nada convencional, y que se podría abordar desde el personaje bueno y piadoso que es engañado y humillado. Pero lo cierto es que las acciones de los personajes no están guiadas en ningún momento por la maldad, sino que surgen de la desigualdad misma de la sociedad y de la necesidad imperiosa de escapar de la miseria. Por supuesto están los celos, el sexo, el alcohol, la ira... Pero todo se puede justificar desde intereses y posiciones contrapuestas, en ningún momento se recurre al personaje “malo” por naturaleza.

La delgada línea roja (The thin red line)

Esta es la que menos me gustó. No sé, los personajes no me resultaban realistas. Puede ser porque sólo conozco la guerra por películas, y el soldado siempre es valiente o es cobarde, pero lo normal es que no se dediquen a pensar mucho. Y aquí piensan demasiado, sobre el sentido de la vida y la guerra, manifiestan sus temores entre ellos, a la vez que se desarrollan sangrientas escenas de guerra, otra vez en bucólicos parajes naturales. Resulta bastante cruda, después de todo, es la guerra, son norteamericanos, tienen que ganar a cualquier precio. Y siempre ganan los poderosos y a veces también los ambiciosos.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Network (un mundo implacable)

El título puede llevarnos a confusión: con la palabra “Network” todos pensamos en Internet, redes sociales, facebook... Pero no, la película tiene más de 30 años y todavía no se atisbaba el “bum” que supondrían estas tecnologías.

Aún así, la temática es de candente actualidad. Tanto la principal: el mundo de la televisión con sus vicios y perversiones. Como las secundarias: crisis (la originada con la subida del petróleo en el 73), pérdida de poder de los Estados en favor de las grandes compañías, globalización, indignación (más bien cólera).
Incluso la historia de amor resulta adecuada al contexto actual, hasta arriesgada para el puritanismo americano -claro, que eran los 70's: drogas, sexo, feminismo...- Sí, el puritanismo ha ganado terreno en las artes visuales, ahora hay más sexo explícito pero, cuando se trata de relaciones serias, todo es más convencional, más ñoño.

Me han llamado la atención pequeños detalles:
Bebían Cutty Shark con Cocacola (en botella de 2 L.), los directivos!! Fumaban en los restaurantes!!
Se menciona el Comunismo! incluso el Marxismo!! Aunque sea con la intención de ridiculizarlo y desacreditarlo.
Quizá las libertades no hayan evolucionado mucho, pero las prohibiciones y tabús ...

El presentador-profeta, en su papel delirante, iracundo, demente... aporta cierto toque de humor, porque las realidades que duelen sólo las podemos encajar como chiste. Aún siendo el estereotipo de predicador americano, resulta más que creíble, quizá porque en la televisión todo parece más real. En general todos los personajes y la trama resultan de gran realismo.

En fin, un claro ejemplo de que la historia se repite, de lo cíclico de las crisis, de la evolución que han tenido los medios de comunicación y de su escaso interés por informar en favor de hacer dinero.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Internet y el espectador activo

Con el uso masivo de internet, se han abierto infinidad de posibilidades para los espectadores. Los consumidores de contenidos ahora podemos escapar a la rutina de sentarnos frente al televisor y tragarnos todo lo que escupe la "caja tonta".
Podemos elegir qué engullir, siempre dentro de los límites que nos imponen: nuestra comodidad, el tiempo dedicado a la búsqueda, el ancho de banda y, por supuesto, que no todo lo que nos interese tiene porqué estar en formato de vídeo o audio.

La comodidad es muy importante, porque lo más cómodo es dar al botón de la TV y que nos sorprenda con lo que se está radiando en ese momento. El típico aburrido espectador pasivo. Es el comportamiento más común, sobre todo si utilizamos la TV como ruido de fondo, como compañía. No hay que molestarse siquiera en elegir qué queremos ver o a qué hora lo queremos ver. Aunque sea como ruido de fondo, su mensaje nos está llegando, porque los mensajes son repetitivos, se repiten en el tiempo y en la frecuencia (no importa que cambies de canal). Así, al final, acabas conociendo lo que conoce todo el mundo, acabarás hablando de lo que habla todo el mundo y pensando como piensa todo el mundo, porque de eso se trata, de uniformar.

Lo mejor para salir de este círculo de vicio y perversión es, conectar tu TV al ordenador (y a internet) para eliminar el mayor número de barreras que hacen engorroso el acto de elegir el contenido. Porque elegir requiere un esfuerzo y un tiempo: la libertad también tiene un precio.

Lo que me ha hecho lanzarme de lleno al mundo del espectador activo ha sido la televisión a la carta, concretamente rtve a la carta. Porque puedes ver cualquier programa, documental, etc, en el momento que tú elijas. No es necesario que lo pongas a descargar y, por supuesto, no es necesario que te quedes un sábado por la noche en tu casa para ver "la Noche Temática", o poner a grabar el vídeo en caso de que tengas un compromiso ineludible. La banda ancha (que siempre parece demasiado estrecha) de cualquier ADSL o incluso 3G es más que suficiente, ya que, para ver "Redes", "la 2 Noticias" o cualquier otro programa no necesitamos la "alta definición".
El facilitar los vídeo y audio en streaming ha sido un gran avance en internet.

No sólo está rtve a la carta, existen otros canales que cuelgan sus contenidos en la web, aunque, la televisión pública ofrece un muy buen servicio, con una gran cantidad y variedad de contenidos y sin publicidad (por fin unos impuestos bien empleados). También existen sitios con enlaces y reseñas a documentales como Naranjas de Hiroshima o películas y series como cuevana.
Por último, para los amantes del porno, o los simples y convulsivos pajilleros, existen infinidad de páginas que ofrecen vídeos de este género en streaming y gratis!!!

Por supuesto, es muy importante tener también el "aMule", para bajar películas, música, series, documentales... todo aquello que no encontramos en streaming. Y poder visionarlo en el momento en que se complete la descarga, sin tener que grabar en un CD o un pen drive. Otro de los grandes avances de internet: las redes P2P, que permiten compartir archivos sin servidores dedicados. Compartiendo das nueva vida a esos contenidos cubiertos de polvo en tu disco duro.
Además, los videoclubs siguen existiendo, y muchas bibliotecas ofrecen DVD's para alquilar. Todo es compatible y complementable.

Sí, el internet nos abre las puertas de una cultura inmensa. Pero no sólo eso, existen peligros: la pérdida de tiempo es el principal. Hay infinidad de contenidos, los hiperenlaces, la multitarea... facilitan que nuestra atención se disperse en múltiples frentes cada vez que nos acercamos a un ordenador, sobre todo si lo hacemos con motivo de ocio. Y puede, que al intentar acceder a la cultura, acabes perdido en un océano de banalidades y con la conciencia manchada por el estrés y el haber querido hacer mucho y no haber conseguido nada.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Mordiscos a la educación pública y mitología del capital


A ciertas minorías les puede resultar indiferente el tema: porque no piensan llevar a sus hijos a una institución pública que, después de todo, está llena de inmigrantes, pobres, gitanos, negros, clase media y baja... -¡No! nuestros hijos han de codearse con las élites-.

Y son estas élites las que deciden sobre la gestión y el futuro de nuestras instituciones públicas. Por tanto, no debería sorprendernos las medidas de "austeridad" de "lo público" que se están tomando actualmente.

Todo ello, va acompañado del mito del funcionario vago e inútil y la exaltación del trabajo autónomo. Trabajador autónomo que acaba sub-sub-sub-contratado para empresas más grandes, sin ningún tipo de garantía social. Exaltación también del empresario de éxito, del que arriesga... Sólo que algunos pueden arriesgar su capital mientras la clase media tiene que hipotecar su vida. Exaltación del trabajador de la empresa privada, que cumple jornadas cada vez más largas, con horarios cada vez más irreconciliables con ningún tipo de vida personal. Exaltación de un tipo de vida dedicada al capital, tanto tienes tanto vales, tanto puedes gastar, tantas cosas puedes comprar.
-Quiero que vengas a darlo todo, que salgas de aquí extenuado. Después te vas a casa, al gimnasio, a tomar algo, de compras, a ver una peli... lo justo para relajarte y al día siguiente otra vez lo mismo. El fin de semana y en las vacaciones tendrás un montón de dinero, podrás ir a ese restaurante tan caro, a esas vacaciones utópicas y olvidarte de todo este estrés, de esta vida que no te pertenece-.

Al parecer, la culpa de que el trabajador privado esté en esta situación la tiene la ineficiencia de "lo público", porque en lo privado no tiene cabida lo improductivo, que sería rápidamente aplastado por un competidor. Esto resulta en una extraña paradoja en la que los funcionarios tienen derechos y el resto de trabajadores dinero, miedo y precariedad.

La riqueza sólo engendra más riqueza, hay que atraer la inversión a cualquier precio.

En estas vaguedades, mitos, amenazas, ansias de gloria y riqueza, se basan las políticas que minan el Estado de Bienestar, que después de todo, es un Estado para los desfavorecidos, porque las élites no lo necesitan, ya viven en su Estado paralelo de Suprabienestar. Y, de forma más o menos indirecta, son los que copan los órganos de poder, así, si algo va mal y hay que soltar lastre, será a costa de los de abajo.

Pero en lo privado también hay mucha ineficiencia, sólo que está protegida con el manto del trabajo duro y del riesgo. ¿Cuántos proyectos no acaban en la basura de algún concurso? Sí, se ha dado trabajo a gente durante un tiempo, y luego ese tiempo se ha tirado a la basura. Gastos onerosos, reuniones, viajes, subcontratación, prejuvilaciones... sueldos millonarios. Y por supuesto la especulación, ingentes esfuerzos en el movimiento de enormes sumas de dinero de un sitio a otro, comprar-vender ¿dónde está ahí la productividad? Pero claro, esto no está a la vista de la mayoría. Lo que ve la mayoría es: al parado que trabaja en negro, al inmigrante que le ha quitado el puesto porque se ofrece a cobrar menos, al funcionario que le atiende en la cola del paro, al guardia civil que le pone la multa...

¡No! No jugamos en la misma liga, ni siquiera jugamos al mismo juego.

Los culpables de la crisis son los ciudadanos, que se dejaron llevar por una vorágine hipotecaria, incrementando el consumo por encima de sus posibilidades. Se pinchó la burbuja inmobiliaria, parece que una vivienda no valía el sueldo de varias vidas. Puede que la culpa no sea de todos los ciudadanos, pero quien va a pagar va a ser la mayoría. Y como esa mayoría no tiene capital lo va a pagar con su vida, con recortes en los servicios que siempre se consideraron básicos: vivienda, sanidad, educación...
De la noche a la mañana, empezaron a crecer las cifras de paro, y no es que ese fuese el problema, el problema vino cuando los bancos dejaron de cobrar.
En España hay 5 millones de parados, esa gente sobra, el capital no los necesita, además, la vida sigue, el resto de trabajadores no puede seguir pagando sus pensiones y sus servicios públicos. Solución: disolvamos los servicios públicos, las garantías  sociales y que cada uno se lama sus heridas.

Además, no necesitamos tantos titulados, necesitamos mano de obra abundante, barata y sin criterio. Porque, aunque las élites copen el poder, han de ser secundados por la masa: vivimos en una democracia. Por eso no importa que baje la calidad de la Enseñanza con mayúsculas: la que forma, la que, como en la antigua Grecia, crea ciudadanos capaces de participar en la vida pública. La que interesa es la enseñanza con minúsculas: la que queda al servicio de las necesidades del mercado, la que hace de niñera de los hijos de los padres que no tienen tiempo, la que se ajusta a las profesiones más especializadas y demandadas. Los pensadores y directivos ya saldrán del sistema privado.

En definitiva, todas son medidas tomadas por las élites en contra de la mayoría, secundadas por falsos mitos y creencias, difundidos por medios de masas, arropados con ignorancias y miedos, que apartan de nuestra mente la idea de rebelión: - ¡No! Queremos un Estado fuerte, capaz de distribuir el trabajo y la riqueza. Queremos gobernantes que nos representen. Queremos participar en el Gobierno. Queremos vivir bien. Queremos vivir en sociedad, no en la jungla del vil metal.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Informe Semanal

Es un programa que puede resultar ambiguo, requiere de cierta observación, no vale con mirarlo superficialmente y decir - ¡Buaf! Otro informativo de la televisión pública-
Aunque, al emplear la palabra "informativo" ya nos trasladamos cerca de su esencia. Los reportajes son elaborados, meticulosos, sobre temas que en los noticiarios de cada día pasan sin pena ni gloria, o que se les da cierta relevancia pero se difuminan en el bombardeo de datos diario. Es un espacio que proporciona "información", no son noticias en crudo, no son meros datos uno detrás de otro. A alguien esto le puede parecer sectario o partidista y seguro que su razón tiene, cuando uno observa algo, siempre lo hace desde su especial atalaya. Pero, a mi forma de ver, resulta un programa bastante objetivo, por dos motivos principales:
El primero, porque en toda acción, en todo altercado o conflicto, suele haber al menos dos partes contrapuestas (casi siempre dos, porque los humanos tendemos a ser binarios a la hora de forjarnos una visión de lo que nos rodea) y en sus reportajes suelen recoger los diferentes puntos de vista, luego cada uno que se identifique con el que más le convenga y lo critique o alabe según sus circunstancias pero, al menos, el equipo se ha tomado la molestia de recoger todos los datos y mostrarlos dentro de un contexto.
El segundo, por los temas tratados. Elegir un tema ya es tomar partido por algo y, en este programa, se toma partido por alcanzar una cierta consciencia del mundo globalizado en el que habitamos.
Los reportajes no son muy largos apenas 10 o 15 minutos, y arrojan luz sobre muchos de los conflictos de los que continuamente tenemos noticias pero de los que ya no sabemos porqué comenzaron, o porqué continúan. También se tratan situaciones que han sido abandonadas por las noticias de cada día, por ejemplo Somalia: estábamos muy acostumbrados a ver a "negritos" con sus estómagos hinchados a la hora de comer o cenar (prime-time de los telediarios), ya no es tan común, será que no existe hambre en el mundo? o ¿será que no queremos verla? si, aparte de dar limosna, no podemos hacer nada... Ahora lo que hay, son "piratas", casualmente en el mismo territorio donde antes había estómagos hinchados.
No todo son conflictos, también se repasan personajes, movimientos sociales, hechos históricos... Pero el último reportaje, como las últimas estrofas de una chirigota, suele ser uno de esos que hacen reflexionar sobre la injusticia, la miseria y la violencia, que va generando nuestro frenético progreso.

Obviamente, no todo el monte es orégano. De vez en cuando hay que tragarse la campaña del candidato de turno, de cualquiera de los 2 partidos, el que toque, en eso son muy equitativos. También está la propaganda de las comunidades, Estado, Unión Europea... Realmente, no es que estos reportajes sean malos desde el punto de vista de la técnica y el informar. Siempre muestran lo bueno y contraponen el lado crítico, lo malo es que entran dentro de campañas globales de información. Por ejemplo, si se quiere dar a conocer al nuevo candidato del PSOE o el PP, entonces se le saca en las noticias y en todos los programas que sea posible y, además, se le hace un reportaje en Informe Semanal. A mi juicio no merece semejante reportaje, porque te vas a enterar igualmente y porque es irrelevante quien sea el candidato, es meramente el brazo ejecutor de un programa que elabora un determinado grupo de gente. Claro que en España, y en todas las democracias modernas, se vota más con el corazón que con la cabeza. Pero ese es otro problema. Este tipo de reportajes propagandísticos le hacen perder credibilidad y, al ser el primero, indispone para los siguientes. Los que ya sabemos esto podemos reincorporarnos al programa más tarde o verlo a través de internet en rtve a la carta.

Sólo tiene cabida en la televisión pública, al menos yo no he visto en la privada algo en ese formato y contenido. Y eso que, después de más de 30 años en antena, sigue teniendo una audiencia más que respetable. Quizá, la obsesión del capital por vender y seducir, haría que un programa así derivase en otra cosa, más propagandística. Bien pensado, rodeado de anuncios y mercadería, resultaría demasiado frívolo.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Apuntes sobre Sloterdijk y la fiscalidad voluntaria

Estos juegos mentales que relacionan estructuras sociales y sicología resultan siempre reveladores, divertidos, estimulantes, avergonzantes...

"... la habitual animadversión de los intelectuales hacia el capitalismo puede explicarse en razón de la frustración que sigue al descubrimiento de que la brillantez intelectual que asegura el éxito en la escuela no garantiza un éxito condigno en la vida profesional, donde entran en juego otros factores de atribución de recompensas."

"... ya en el estado intrauterino, todos desarrollamos un sentido de arropamiento espacial para el que, una vez llegados al mundo, no hallamos ya ningún sucedáneo satisfactorio..."
(Ese insatisfactorio arropamiento bien podría ser el Estado paternalista, el redistribuidor de la riqueza, el que roba a los ricos para repartirlo entre los más pobres)

"... la contrapartida al orgullo de quienes triunfan en la lucha por el reconocimiento es el resentimiento de aquellos que han de ocupar un rango inferior en la jerarquía social. Para deshacerse de la ignominia de tal subordinación se propagan desde abajo valores morales de autolimitación e igualitarismo, a cuya luz los integrantes de las clases que han obtenido el éxito aparecen necesariamente como fracasados."
"...Los ricos sólo pueden sacudirse el desprecio de sí mismos que la cultura les impone si, mediante una economía del orgullo, distribuyen su patrimonio en una serie de bellos gestos de asistencia voluntaria a los necesitados, a los de abajo." (Supresión de los impuestos obligatorios, que sea algo voluntario)
"...Basta ya de quejarse por el aumento del paro; basta ya de prestar exasperante atención a la vida de los de abajo; ¡¿no resultará más deplorable y humillante tener que renunciar, por la coacción del Estado social, a parte del patrimonio que uno se ha ganado a pulso?!"

Fragmentos de dos ensayos publicados en "Revista de Occidente". Los dos ensayos son:
La utopía de la sociedad sin impuestos. Manuel Arias Maldonado
Fatales profundidades desde Karlsrube, Sloterdijk y su propuesta de fiscalidad voluntaria. Axel Honneth.
En ambos se rebaten las teorías de Sloterdijk, en el segundo de forma más clara y contundente.

lunes, 22 de agosto de 2011

Siberia Extremeña




El verano... época atroz, de pastos dorados, caminos polvorientos, con el verde de las encinas y arbustos desgastado por el sol. Imagen de sabana africana. Estampa vaporosa y ardiente, cual flama de dragón. Reafirmando la idea anglosajona de que el continente africano comenzara al sur de los Pirineos.
Esa región, maldita, hacía honor a su nombre. En verano, la siesta era obligación, los rayos de sol incidían con tal violencia que tenías la sensación de desvanecerte bajo una lluvia de ácidos sulfurosos. La caída de la tarde se recibía como milagro divino, el momento en que la gente se atrevía, tímidamente, a abandonar sus refugios de ladrillo y cemento, hábilmente encalados, intentando reflejar los rayos abrasadores más allá de donde habita el sueño de mediodía.

En verano todo parecía raquítico, como si el sol y el aire polvoriento y caliente no dejasen levantar cabeza ni a las robustas encinas, o incluso a las tranquilas piedras. Sólo las chicharras disfrutaban. Por eso el atardecer era tan espectacular, mágico, diría yo. Con una belleza totalmente distinta a la de cualquier otro lugar. El Sol ocultándose llenaba a todos de esperanza: - “Un día menos”, “Seguro que pronto refrescará”, “Esta noche no será tan calurosa”...


Mientras los últimos rayos anaranjados del astro rey se reflejan en la superficie pulida de algún pantano, los murciélagos comienzan su frenética caza de insectos. Las ánimas se despiertan. Hasta la oscura noche, que a menudo se nos torna amenazadora, resulta ahora, en su escala de grises y negros, el más acogedor de los hogares, bajo un brillante e impoluto techo de estrellas.


sábado, 16 de julio de 2011

Asertividad

Estaba viendo un concierto, cuando... Algo empezó a sonar mal: era una de las cantantes. De repente, la otra se giró y le clavó la mirada en su rostro desconcertado. A la vez, le lanzaba la más sincera y expresiva sonrisa que jamás se haya visto: - ¿Por qué lo estás haciendo mal? No dejes que te traicionen los nervios. Lo hemos ensayado miles de veces. Yo, y el resto del grupo, sabemos que lo haces de puta madre. ¡Vamos! ¡Como tú sabes! Con alegría ¡Sin miedo! – Seguramente, aquella mirada y aquella sonrisa, decían muchas más cosas porque todo comenzó a sonar mejor: la voz creció y todos reían, cantaban y tocaban palmas. El público se desvanecía entre los efluvios del tabaco y la cerveza, tras presenciar un acto tan breve y bello, casi irreal...

Qué difícil resulta ver algo así. Normalmente pensamos en culpar al otro. Porque, además, siempre hay otro al que culpar.
Lo cierto es que la competitividad es entre tú y los otros. No se piensa en la estrategia colaborativa, en la que todos pueden ganar, en la que todos ganen.
El problema viene por lo de “ganar”. Todas las metas de nuestra vida incluyen el término “ganar”: dinero, calidad de vida, fútbol, elecciones...

Jugar: ¿No te gustaría, simplemente jugar, pasar el rato, divertirte? ¿Y si el diferente, el “otro”... no existiera? Entonces no habría nadie a quien ganar y el mundo sería extrañoooo...
Ganar: Eso es porque tú eres un looser.
J: Estoy comprometido con la causa, soy colaborativo. Podemos jugar todo el rato, sin prisa pero sin pausa.
G: Eres un Idealista, la vida es mucho más seria.
J: Y tú no eres capaz de tomar distancia, sigues repartiendo y cargando culpa.
G: Serías elitista pero, como no tienes un duro, te quedas en las vanguardias.
J: Te quiero.
G: Que te follen.

viernes, 10 de junio de 2011

Democracia Real Ya!!!

Democracia es el gobierno (kratía) del pueblo (dḗmos). Algo que nombramos siempre como una situación ideal, inalcanzable?
La democracia puede funcionar relativamente bien en grupos pequeños. Así que, para nuestra sociedad de masas, recurrimos a una democracia representativa, donde unos cuantos se alzan en representantes de ciertos colectivos. En la mayoría de países la sociedad parece estar dividida en dos únicos colectivos (izquierdas-derechas; republicanos-demócratas; laboristas-liberales; pp-psoe; madrid-barça...)
¡Vaya! Es increíble tanto consenso. Si, normalmente, nos sentamos cuatro en una mesa y puedes escuchar hasta ocho opiniones distintas. Parece fácil intuir que nuestro afamado sistema democrático no es tan democrático.

Y, es que, cuando comenzaron a implantarse las democracias a partir del siglo XIX, no lo hicieron con la intención de dar la oportunidad de voto a todos (sufragio universal). Sino que el voto estaba reservado a un cierto sector de la población: nobleza y burguesía (los propietarios y las personas con cierto capital), que eran los afectados por las políticas de los Estados y los que podían tener cierto interés en controlarlas. Aún no se había inventado el Estado de Bienestar y, después de todo, desde la época de los Griegos no se había vuelto a oír hablar de democracia (más de 2000 años de emperadores, reyes, iglesia, nobleza) ¿Qué interés podía tener el campesino, la mujer o el obrero en votar? Seguramente muchos gobernantes hoy en día se siguen preguntando lo mismo.
El Humanismo, el Renacimento y la Ilustración habían dejado sus semillas a lo largo de la Edad Moderna: educación universsal, derechos del hombre, ciencia, tecnología... Las luces de la razón. La razón fue capaz de comprender que los indígenas americanos y africanos eran también personas, eso llevó siglos de muertes y explotación.
También que todas las personas tienen derecho a elegir sobre los destinos de los Estados en que habitan. Este proceso aún no ha terminado: bien porque no ha cuajado en las masas de habitantes, bien porque el capital nunca tuvo la intención de dejar el poder.

Al ir ganando fuerza la burguesía, y adquirir peso en el Estado (en detrimento de la nobleza), ha conseguido quedarse en el poder. En un sistema capitalista, como el nuestro, existe una cierta connivencia ante esta actitud (parece lógico que el voto de Botín, Alierta o la familia Godó tenga más peso que, por ejemplo, el mío).
Los medios de comunicación se encargan de contrarrestar la educación. La educación está cada vez más orientada a satisfacer las necesidades de este capital. En el fondo, se ha convertido en un servicio de los Estados a las empresas: para generar un mercado de mano de obra especializada lo más barato posible.

Los avances conseguidos en el Estado de Bienestar por las diferentes luchas obreras a lo largo del siglo XX se van dilapidando poco a poco, siempre en pro de la competitividad. Pero un gobierno, ya sea democrático, dictatorial, hereditario... necesita el apoyo del Pueblo, necesita tenerlo contento, aunque sea con pan y circo.
A partir del 15M y, cómo no, coincidiendo con una crisis del sistema capitalista, a los Estados les ha salido un grano en el culo. Un grupo de la sociedad bastante amplio se ha hecho eco de estas y otras incongruencias de nuestra democracia capitalista. Situaciones que ya se venían denunciando desde partidos “minoritarios”, “sindicatos”... y que eran desacreditados ante la opinión pública como “izquierdas radicales”. Ha sido necesario que este movimiento se desvincule de cualquier ideología política para que la opinión pública venza sus prejuicios y se decida a apoyar el “movimiento” sin tapujos, sin vergüenza, sin miedo... Ha despertado un sentimiento de simpatía generalizado, ha conseguido hacerse oír. Sus reivindicaciones y denuncias son perfectamente razonables y globales: corrupción política, ley electoral injusta, colectivos marginados, falta de pluralidad, bipartidismo...

miércoles, 18 de mayo de 2011

Nacionalismos, nacionalidades, gentilicios, castas, clases

Estos días, con lo de las clases de idiomas, no he dejado de darle vueltas al asunto de la nacionalidad, el gentilicio...
Además, me ha coincidido con el estudio en historia de la Edad Media, Moderna y Contemporánea, cuando se empiezan a configurar los Estados Modernos: las monarquías y la nobleza pierden poder, en favor de la alta burguesía, y se empiezan a formar cámaras de gobierno "electas" (entre los nobles y los burgueses más ricos).
Es curioso como Inglaterra toma la delantera: cuando el resto de Europa estaba aún sujeto al poder de las monarquías absolutistas, los ingleses ya habían conseguido relegar el papel del rey y las nuevas clases burguesas enriquecidas formaban parte del gobierno del país.
En esta convulsa época es cuando se fijan las fronteras de los países, que no son más que grandes parcelas que los reyes disputan en cruentas guerras, e intercambian en acuerdos matrimoniales. Entonces, es de suponer que la nacionalidad estaba ligada a la persona del monarca y no tanto a la de la tierra que se habitaba, la lengua, la cultura... Porque la clase campesina, que era la mayoría, difícilmente podía ser consciente de la diversidad que hubiese más allá de su comarca. En cambio, la figura de un rey, de una nobleza, parece más fácil de captar en una sociedad donde las relaciones de vasallaje seguían siendo muy importantes.
Con este burdo resumen, quería subrayar que, el sentimiento nacionalista, si existía, es probable que no fuese tal como se entiende hoy en día. Me refiero a la población campesina mayoritaria.

Hoy en día un nacionalista lo es independientemente de sus gobernantes, podría morirse el rey y toda la casta política y ¿Yo seguiría diciendo que soy español? Los Estados se asientan en territorios fijos, las fronteras son inamovibles, todo el mundo sabe dónde están. Las lenguas, la cultura, los impuestos, el ejército, el equipo de fútbol... las refuerzan. En un mundo donde los movimientos migratorios abarcan todo el globo y donde las diferencias económicas entre países son brutales, cabría preguntarse si ¿los sentimientos nacionalistas son de la misma índole en los países pobres que en los ricos? ¿O, mejor aún, si es un país receptor o emisor de inmigrantes? Y, si estos signos, símbolos, etc. que todos los Estados potencian y controlan tienen la misma intención.

Pero las fronteras son necesarias: porque existen desigualdades económicas entre distintos territorios. Los Estados son controlados por el capital (o también pueden considerarse parte del mismo). Encargados de mantener las infraestructuras para el resto de actividades económicas. Y no se puede ser tan frívolo, tan amoral, tan inculto, tan mal Cristiano... como para decir que la nacionalidad no importa y que las fronteras no tienen más que una función de control, migratorio y monetario por parte de los estados (que no queremos que los "otros" participen de nuestra riqueza). Para reforzar la idea de frontera y, darle una base moral a esa estructura de control, se introduce el concepto la identidad nacional. El Estado capitaliza la cultura y se convierte en paladín de su pureza, la inculca, la difunde, la apoya, la normaliza, la simboliza... Como consecuencia: surgen también fanatismos, racismos, intolerancia... que en el fondo es poner una barrera más, una barrera psicológica de disuasión migratoria.
El mayor avance de los Estados actuales ha sido conseguir encajar las fronteras "nacionales" con las del propio "estado". Si entendemos "nacionalidad" como aquel conjunto de población que se identifica porque comparte una cierta cultura y "estado" como el conjunto de organismos, administraciones... etc. que administran un territorio. Esto se ha conseguido de forma similar a como se ejerce el poder político en democracia, es decir, de arriba hacia abajo. Es la clase política, los grandes capitales, las instituciones que han copado el poder quienes proponen las ideas, definen la cultura y después la difunden al pueblo, para que, de forma pasiva, la secunde y la acepte.

Me irrita que se intente inculcar la identidad nacional, está claro que vivimos en sociedad y que existen unas normas que tienen variables regionales, pero esas regiones no tienen porqué coincidir con los territorios administrativos. Existe, además, una gran mezcla de pueblos y creo que, la solución de instar al inmigrante a adoptar la cultura del lugar al que llega, es profundamente injusta y denigrante. Pero este debate no se ha llegado ni tan siquiera a plantear dentro del sistema democrático, porque no se sabe qué consecuencias puede tener la ruptura del binomio Estado-nación y porque no interesa que la comunidad sea capaz de establecer un diálogo y llegar a pactos por si misma. Lo que interesa es que trabajen y consuman y no se pierda el tiempo en "chorradas".

Las fronteras sirven para lo que sirven y, si les quitamos su dimensión cultural, quizá sea más fácil ver su injusticia. La cultura la posee y la hace la gente, interaccionando, entrando en contacto. Con los nuevos medios de comunicación y desplazamiento me parece difícil restringirlas a un lugar físico. Por eso yo no soy español, ni extremeño, ni catalán, ni nada... yo soy de un pueblo de la provincia de Badajoz que visc a Barcelona y construyo mi cultura cogiendo cosas de aquí y allá en un batiburrillo de ningún lugar. Uno puede añorar sus orígenes pero eso no les da entidad de barrera física. Además, creo que en una sociedad de clases globalizada, como la nuestra, en la que las clases bajas son explotadas, puede ser más beneficioso para todos la identidad de clase.

viernes, 15 de abril de 2011

Goyas 2011

Ya he visto tres de las películas con más nominaciones a los Goya 2011. No ha sido así, de golpe, una detrás de otra, sino de forma esporádica, casi espontánea y por diferentes medios, alquiler en el videoclub, cine, descarga con amule.


Desde luego, para mí, la mejor ha sido “Balada triste de trompeta”, consolidando a Alex de la Iglesia como el “Tarantino español”. El comienzo es apoteósico, con una batalla al más puro estilo “300” pero con un trasfondo y final mucho más mundano, menos heroico. Además, la película está llena de referencias socioculturales que forman parte del imaginario colectivo de la sociedad española. Referencias fruto de la globalización, la sociedad de la información, migraciones, movimientos culturales, etc. y que han ido dejando su poso en el territorio nacional. La acción transcurre en el contexto de la guerra civil y la transición (tema recurrente de nuestro cine), en el ámbito del circo (las artes escénicas), casi a modo de homenaje a este sector tan reducido de la sociedad, lo que contribuye aún más a la imagen grotesca que deja la película en el espectador. Este aspecto grotesco, la sangre corriendo a borbotones, violencia, “frikis”... hace que no sea una película muy “académica”, pero desde luego no deja indiferente, muy en la línea de “El día de la Bestia”, muy iconoclasta.


“También la lluvia” es otro tipo de película, con tintes de documental pero manteniéndose claramente en la línea del cine narrativo. La acción transcurre en Bolivia y, aunque de forma indirecta, se mueve entre dos contextos históricos: el actual y, el de conquista y sometimiento de los pueblos sudamericanos por el reino de Castilla. Plantea reflexiones muy interesantes sobre el descubrimiento y la conquista del “Nuevo Mundo”, la propiedad del agua, las relaciones de las grandes multinacionales con los países en vías de desarrollo, la escasa implantación de los derechos humanos, corrupción, desigualdad... No sólo muestra la existencia de estos problemas, sino que plantea la contradicción y los conflictos morales que la existencia de esta dicotomía entre primer y tercer mundo supone a un grupo de occidentales de corte progresista (otra vez pertenecen al mundo de las artes escénicas, el cine). El tipo de película que le hace a uno sentirse impotente e incómodo por permitir la injusticia, siempre que esté lo suficientemente lejos como para no verla directamente.



Por último “Pa Negre”, por supuesto la vi en catalá, con subtítulos en espanyol. Transcurre también en el período de la guerra civil y la posguerra, en la Catalunya de interior, en el ámbito rural, donde los caciques burgueses hacen y deshacen a su antojo. Es una película “correcta”, la imagen y la fotografía están bien, la historia te mantiene más o menos expectante, “enganchado”. Quizá lo más destacable, desconcertante, es la manera de tratar el aspecto cruel y violento de la naturaleza humana. Y, cómo ese ser “maligno” que todos llevamos dentro, ya existe desde la infancia. Si bien los motivos que llevan a liberarlo son distintos en la edad adulta (por dinero, necesidad, venganza..), mientras que en la infancia resulta más arbitrario. Este es un tema recurrente en las obras de Agustí Villaronga, al menos en las que he visto.

jueves, 7 de abril de 2011

Tecnología y software libre

A veces me preguntan que qué hago yo con el ordenador, en mi tiempo de ocio, se entiende. Y me resulta difícil dar una respuesta convincente, concreta... Instalo distribuciones de linux, les cambio la apariencia, las dejo a mi gusto, instalo programas que me simpatizan, que me entretienen: editores HTML, herramientas wifi, máquinas virtuales, decoradores de ventanas, intrusión, defensa, P2P … Intento prescindir de Windows y de todos los programas privativos en la medida de lo posible. Paso mucho tiempo leyendo tutoriales, buscando en foros... en fin, utilizo la tecnología para aprender más de tecnología, en un círculo vicioso que no conduce a ningún lugar. También me gusta hurgar en el hardware, renovar, reciclar, adaptar a mis necesidades cambiantes o simplemente probar. Y así se pasan las horas delante de estas máquinas Todo por escapar un poquito de lo convencional, intentando ser algo más libre dentro de “la nube”, del mundo comercial.

Por un lado está la faceta lúdica, el entretenimiento, por el otro la faceta punk- hacker-libertaria, del “háztelo tú mismo”, de la lucha contra las soluciones de pago, más fáciles de usar y más llamativas, en la mayoría de los casos. Pero más fáciles, por cuanto que limitan tu libertad, ofreciéndote única y exclusivamente lo que quieres en un determinado momento, enmascarando la complejidad y en ocasiones ofreciendo funcionalidades, que o bien no necesitas, por ser muy específicas de un sector concreto, o bien están ocultas, camufladas con fines obscuros y que de conocer no aprobarías... en fin, estratagemas de mercado. Como también lo son las incompatibilidades con el resto de fabricantes. Porque la competencia además de aumentar la eficiencia de los recursos económicos, tiene también ese lado macabro de que “en el amor y en la guerra todo vale” y aunque lo enmascaran con nombres tales como “segmentación del mercado”, “soluciones a medida”, “customización” … su sueño es el monopolio, las empresas luchan porque su solución se convierta en la solución de masas, “estándar de facto”, y una de las estrategias es colar un producto que sólo sea compatible con otros de la misma compañía. Una vez más el beneficio económico no tiene por qué coincidir con el bien social.

Es realmente difícil saber todo lo que puede y no pueden hacer los cacharros de alta tecnología que nos rodean, qué funcionalidades están capadas, o simplemente ocultas, o cuáles son realmente nuevas e interesantes cuando nos apremian a actualizarnos. La mayoría de las veces es estética. Y al igual que se puede hablar de una estética punk-hacker-libertaria, está la estética del “estar a la la última”, la del “fiel a la marca”, la del “tecnófilo informado”...

Ahora se invierte mucho en tecnología y está todo lleno de proyectos que quizá nunca salieron ni saldrán de los laboratorios. Lo que un año era el nova más y valía una morterada de dinero, pasados un par de años puede que lo regalen con la caja de cereales. Sacos rotos... El marketing no tiene piedad, sólo comprar, usar, tirar, comprar. En el fondo todo es estética, seguramente no necesitamos la mayoría de las funcionalidades de nuestros aparatos electrónicos, al menos no a nivel de masa. Y no sólo la electrónica, también los alimentos, las ropas, los útiles de cocina, de labranza.. todo se rodea del aura de la tecnología. Todo cacharro es susceptible de sufrir increíbles mejoras que no se conocían hace tan sólo unos años.


Este derroche del que supuestamente nos beneficiamos ¿a quién perjudica? No quiero decir con esto que todo beneficio tenga que implicar necesariamente un perjuicio, pero en este y otros muchos casos ocurre así.

Los principales perjudicados son los países del tercer mundo, de dónde se extraen la mayoría de las materias primas, y estoy pensando principalmente en minerales (coltán, uranio, oro, plata, diamantes, petróleo...), que es de lo que más documentales he visto últimamente. El problema no son sólo las penosas condiciones laborales, sino que además se suman las guerras y conflictos. Ya que los intereses son muy disputados por empresas y gobiernos extranjeros y gobiernos autóctonos débiles y corruptos. Todo ello regado por unas sociedades de extrema desigualdad dónde la mayoría de la población vive en la miseria.

Luego están los países del segundo mundo (sudamérica, india, china …), países dónde empieza a prosperar la industria. Donde se externaliza la transformación de las materias primas, y otras tareas que no resulta rentable realizar en los países de consumo, porque los “costes de producción” son mayores. Aquí es más difícil ver el perjuicio, porque en estos países se crean puestos de trabajo y se inyecta dinero en sus economías. Pero el capitalismo no entiende de bien social, y no le importa si las condiciones laborales son o no dignas, si las leyes de protección del medio ambiente y de urbanización de estos países son demasiado laxas... Es decir, no le importan los costes sociales ni medioambientales.

En la cúspide de la pirámide alimenticia estamos los países del primer mundo, la sociedad de la información, la sociedad del consumo. Aquí se vive mejor, pero resulta difícil atribuir ese bienestar a los avances tecnológicos, a la gran cantidad de aparatos electrónicos que nos rodean y que nos ofrecen renovar cada día. Sigue existiendo la desigualdad y por supuesto la miseria, sigue habiendo población marginal, robos, drogas, suburvios … Las nuevas plagas, extrés, cáncer, depresión, paro … Existe una alta segregación de la población, el estatus económico determina el lugar de residencia, de forma que lo marginal queda oculto para el resto de la sociedad. Además hay que trabajar más y ser más competitivos que nunca, hay que progresar, hay que crecer, porque en caso contrario acabarás siendo un país del segundo mundo, o del tercero, o quién sabe qué. ¿Quién impone estos ideales de crecimiento, enriquecimiento y competitividad? ¿Acaso nadie quiere ser feliz? Está claro que estos ideales benefician a la clase dirigente, ya sea política o empresarial, que son los que realmente compiten en el mercado. El resto de la sociedad no son más que consumidores, herramientas de trabajo, recursos … a los que hay que apremiar para que consuman más y sean más eficientes en el trabajo.

Finalmente todo los desechos de nuestra vorágine consumista acaban en la basura, con suerte reciclados. O puede que vuelvan a países del tercer mundo como “donaciones”, es decir como basura, porque lo que aquí no funciona, o se ha quedado obsoleto, no va a ser arreglado allí, donde no existen los medios ni la tecnología. Por lo visto resulta más barato exportar la chatarra electrónica a un lejano vertedero que reciclarla.


Es muy difícil substraerse a esta cadena trófica y es muy fácil decir que ya nos viene dado y que no podemos hacer nada excepto seguir adelante. Pero lo cierto es que todo cambia, y que la actitud de cada uno cuenta. A mí me gusta pensar que utilizando software libre me desvío un poquito de este círculo, lo muevo un poquito hacia la órbita que me gusta, como se desplazaría el mundo si toda la población china saltara a la vez. Quizá no puedes tener lo último de lo último, quizá tardes varios días en configurar la impresora, o quizá no puedas jugar a ese juego que tanto te gusta (o será que no te gusta tanto). Pero si eres un usuario medio no tendrás ningún problema y te darás cuenta de que no tiene que ser necesariamente el mercado quien haga avanzar la tecnología.

lunes, 7 de marzo de 2011

taitantos


La capacidad de fantasear, de repente se esfuma. El disco se raya y acaba uno absorbido por el ideal de vida. Ya no puedes enfrentarte al papel en blanco, ni entablar conversaciones de borracho sin sentir desprecio por ti mismo, por los demás... En fin, que vas creciendo y la importancia se posa en otras cosas. No es algo que uno elija, va llegando. Y si no llega es porque eres un bicho raro, la excepción a la regla, tan necesaria...
Te vas quitando de la autodestrucción, y no es porque ahora aprecies más la vida, es sólo que te has acostumbrado... a ti mismo, al mundo que te rodea y, puesto que no hay escapatoria ¿De qué sirve quemarse a lo bonzo? Si luego tienes que volver a currar...
Las relaciones con los demás se vuelven más esporádicas, pero se llenan de matices. Lo que uno no quiere es que los amigos le rehuyan el trato, así que: te moderas, te achantas, o lo llamas como quieras, pero al menos tienes alguien con quien tomar unas cervezas.
Los momentos de evasión se ajustan y se pautan, acorde al modelo económico que rige tu vida, no hay margen para la improvisación y, claro, hay que aprovechar al máximo, ser eficiente.
En el fondo, no son más que pequeños matices, como los que diferencian a un chino de un coreano, o a un negro de otro negro. El ensimismamiento, que no nos deja ver más allá de nosotros mismos y nuestras circunstancias, ahí nos escudamos.

En el pueblo todo parece más sencillo, hasta los coches, los móviles, los ordenadores... son productos que crecen en otro sitio, la gente los compra y los incorporan a su vida, sin muchos artificios, de forma natural, son útiles o entretienen. La vida social se torna más compleja, se llena de recovecos, callejones oscuros y hasta concurridas plazas o verdes prados.
Aquí, la gente también se hace mayor y, sin embargo, el proceso parece más lento, quizá se contagia de ese parecer que nunca pasa nada, en los pueblos, que nada se mueve, que los pájaros cantan siempre la misma canción. Se contagian de esa Naturaleza que los rodea, del crecimiento lento y pausado de las viejas encinas que, más que crecimiento, es un seguir adelante, sólo por ver amanecer un nuevo día.

A veces, todo es una mierda, a veces sientes morriña y cualquier tiempo pasado parece mejor, a veces se van las fuerzas y, si esto fuera un río, te dejarías llevar. Pero lo más triste es: dejar de soñar, vivir cada instante de cada día aferrado a la realidad. Ni superhéroes, ni capitán Nemo, ni superpoderes, ni historia interminable... ir a la cama a soñar.

viernes, 4 de febrero de 2011

Externalización, como método para reducir costes.


Podemos distinguir varios tipos:

Externalización interna. Los propios empleados asumen costes que deberían ser asumidos por la empresa:
Formación. El empleado ha de formarse contínuamente si no quiere quedarse obsoleto. Además de exigírsele una formación inicial (universitaria, profesional...) que corre íntegramente a su cargo. Una formación, única y exclusivamente, orientada a satisfacer las necesidades empresariales (de mercado).
Horas extras. También llamadas: picos de trabajo, esfuerzo extra, responsabilidad... Existen numerosas estrategias para no remunerar estas horas: amenazas, coacciones, discursos catastrofistas, promesas de futuro…
Oficinas baratas en lugares alejados. De tal forma que el empleado asume el coste del transporte, insalubridad...

Externalización a terceros. Subcontratar ciertas tareas a otras empresas. Esto, en la teoría empresarial, está muy bien: si una empresa se ha especializado en ciertos servicios, seguramente pueda proporcionarlos a un coste menor que el que tendría realizarlo dentro de la propia empresa. Pero en la práctica, el ahorro en coste suele ser a costa de una devaluación humana: externalización a países donde la mano de obra es más barata y los derechos laborales escasos o inexistentes. Aún externalizando dentro del mismo país, al final, esas terceras empresas, son otras de menor tamaño donde los trabajadores tienen condiciones más flexibles, inestables, precarias.... Por motivos legales y competitividad, parece ocurrir que, a menor tamaño de la compañía, peores condiciones laborales.
Esta externalización es beneficiosa para la empresa, que simplifica su estructura y, si el trabajador final es explotado, no empaña su imagen porque pertenece a otra empresa.

Externalización social: Consiste en que la sociedad, a través de sus distintos organismos de gobierno y gracias a la recaudación de nuestros impuestos, asuma ciertos costes. Justificados, estos, como una especie de seguro ante catástrofes. Como por ejemplo: reajustes de plantilla, quiebras, rescates... que se saldan inyectando dinero a las direcciones de las empresas para evitar males mayores... Los gobiernos como garantes del bienestar de los altos cargos (el capital), en lugar del de sus ciudadanos.

Externalización ambiental: Bajar el precio del producto a costa del medio ambiente. No tratando los desechos, sobreexplotando los mares, los recursos hídricos... En un sistema globalizado -como lo es el nuestro- esto resulta temporalmente sostenible porque se pueden esquilmar los recursos de otros países, del tercer mundo. Por ejemplo: aprovechando su mano de obra barata y su indefensión laboral... Sí, se les inyecta dinero a estos países y se les inicia en el mercado de consumo. Progreso y más progreso. Pero este modelo, basado en el crecimiento del consumo, no asume que aunque el planeta es esférico también es finito. Ahora empezamos a pagar parte de estos costes, en forma de calentamiento global, agotamiento de las fuentes de agua dulce, mayor virulencia de los fenómenos atmosféricos adversos...

Al final, lo de la externalización, no es más que la forma de eludir la responsabilidad social de las empresas, esos entes inmateriales de estructura piramidal, sustentados por una masa de trabajadores apremiados por la reducción de costes y una mayor generación de beneficios para las clases dirigentes. Dándose la paradoja de que los incrementos de beneficio son al cargo de un empeoramiento de la calidad de vida del propio trabajador y del conjunto de la población.

Pero bueno, eso de que las empresas deben ser socialmente responsables son teorías relativamente recientes, que únicamente pretenden maquillar el hecho de que a la empresa sólo le importa el beneficio económico, producir, vender.... y el resto de Bien ya vendrá sólo, por su propio peso, a raíz de la ansiada bonanza económica.