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lunes, 26 de septiembre de 2011

Internet y el espectador activo

Con el uso masivo de internet, se han abierto infinidad de posibilidades para los espectadores. Los consumidores de contenidos ahora podemos escapar a la rutina de sentarnos frente al televisor y tragarnos todo lo que escupe la "caja tonta".
Podemos elegir qué engullir, siempre dentro de los límites que nos imponen: nuestra comodidad, el tiempo dedicado a la búsqueda, el ancho de banda y, por supuesto, que no todo lo que nos interese tiene porqué estar en formato de vídeo o audio.

La comodidad es muy importante, porque lo más cómodo es dar al botón de la TV y que nos sorprenda con lo que se está radiando en ese momento. El típico aburrido espectador pasivo. Es el comportamiento más común, sobre todo si utilizamos la TV como ruido de fondo, como compañía. No hay que molestarse siquiera en elegir qué queremos ver o a qué hora lo queremos ver. Aunque sea como ruido de fondo, su mensaje nos está llegando, porque los mensajes son repetitivos, se repiten en el tiempo y en la frecuencia (no importa que cambies de canal). Así, al final, acabas conociendo lo que conoce todo el mundo, acabarás hablando de lo que habla todo el mundo y pensando como piensa todo el mundo, porque de eso se trata, de uniformar.

Lo mejor para salir de este círculo de vicio y perversión es, conectar tu TV al ordenador (y a internet) para eliminar el mayor número de barreras que hacen engorroso el acto de elegir el contenido. Porque elegir requiere un esfuerzo y un tiempo: la libertad también tiene un precio.

Lo que me ha hecho lanzarme de lleno al mundo del espectador activo ha sido la televisión a la carta, concretamente rtve a la carta. Porque puedes ver cualquier programa, documental, etc, en el momento que tú elijas. No es necesario que lo pongas a descargar y, por supuesto, no es necesario que te quedes un sábado por la noche en tu casa para ver "la Noche Temática", o poner a grabar el vídeo en caso de que tengas un compromiso ineludible. La banda ancha (que siempre parece demasiado estrecha) de cualquier ADSL o incluso 3G es más que suficiente, ya que, para ver "Redes", "la 2 Noticias" o cualquier otro programa no necesitamos la "alta definición".
El facilitar los vídeo y audio en streaming ha sido un gran avance en internet.

No sólo está rtve a la carta, existen otros canales que cuelgan sus contenidos en la web, aunque, la televisión pública ofrece un muy buen servicio, con una gran cantidad y variedad de contenidos y sin publicidad (por fin unos impuestos bien empleados). También existen sitios con enlaces y reseñas a documentales como Naranjas de Hiroshima o películas y series como cuevana.
Por último, para los amantes del porno, o los simples y convulsivos pajilleros, existen infinidad de páginas que ofrecen vídeos de este género en streaming y gratis!!!

Por supuesto, es muy importante tener también el "aMule", para bajar películas, música, series, documentales... todo aquello que no encontramos en streaming. Y poder visionarlo en el momento en que se complete la descarga, sin tener que grabar en un CD o un pen drive. Otro de los grandes avances de internet: las redes P2P, que permiten compartir archivos sin servidores dedicados. Compartiendo das nueva vida a esos contenidos cubiertos de polvo en tu disco duro.
Además, los videoclubs siguen existiendo, y muchas bibliotecas ofrecen DVD's para alquilar. Todo es compatible y complementable.

Sí, el internet nos abre las puertas de una cultura inmensa. Pero no sólo eso, existen peligros: la pérdida de tiempo es el principal. Hay infinidad de contenidos, los hiperenlaces, la multitarea... facilitan que nuestra atención se disperse en múltiples frentes cada vez que nos acercamos a un ordenador, sobre todo si lo hacemos con motivo de ocio. Y puede, que al intentar acceder a la cultura, acabes perdido en un océano de banalidades y con la conciencia manchada por el estrés y el haber querido hacer mucho y no haber conseguido nada.