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lunes, 15 de enero de 2018

A mí me gustan mayores

A todos nos pasa que estamos un poco perdidos.
A veces nos pasa que andamos buscando la manera de vivir mejor.
Yo tengo algunas ideas, vagas.
También tengo el miedo a que acaben en un vivir peor.
Tomar decisiones, elecciones,
apostar por lo conocido,
lanzarse tras un destello multicolor...
El trabajo, las tareas de casa,
lo que esperan de uno:
familia, amigos, compañeros...
La pasta, el auto, el colegio, los médicos...
La diversión, el deporte, crear, cultivar...
¿En el campo se vive mejor?

Siempre es más fácil saber lo que no queremos.
No soy un viajero aventurero.
Me imagino más como una piedra:
"porque las piedras siempre van al fondo de las cosas"
O una planta...
Me gusta cómo crecen las plantas,
cómo echan flores, frutos, semillas...
Producen mucho,
así, como inconscientemente,
parecen querer gustar a todo el Mundo.
Maman pero no lloran.
Y si lloran a nadie importa.

Me gustan los árboles:
como a Becky G,
a mí me gustan mayores,
de esos que llaman catedrales.
Me gustan grandes,
que no quepan en el objetivo,
que haya que fotografiar por partes.

Divide y vencerás:
si divides lo suficiente
llegarás a la fórmula matemática.
Sólo hay que encerrarla en su
recipiente de ámbar y
volver a multiplicar,
para construir otra realidad:
digital, virtual,
y otra vez mesurable, reproducible,
formando una geometría fractal.


Romanesco - Herrera del duque 11-01-2018

* [...], si yo no hubiese sido persona me habría gustado ser piedra, porque las piedras siempre van al fondo de las cosas. [...] - José Domínguez, "el Cabrero".


lunes, 28 de junio de 2010

Vivir, trabajar, Comprender...

Es extraño, este vivir para trabajar, este padecer que no hay tiempo de ná, el continuo planificar para sacar el máximo rendimiento. La vida se escapa entre los dedos... no tengo tiempo. Demasiadas cosas, aprender, leer, pintar, escribir, amar, tener niños, ver pelis, estudiar, piratear, correr, beber, fumar... El día a día se lo llevan insignificantes detalles que frenan cualquier voluntad!... El dinero lo complica todo.
Lo peor es pensar que has jugado mal tus cartas, o peor aún, no saber a qué estás jugando, no saber dónde está el norte o hacia dónde ir... y siempre buscando respuestas en lo material, como si el trabajo y el dinero fueran la verdad absoluta. - Al menos es algo cuantificable. - Porque ¡Qué coños es la felicidad? aparte de un bonito nombre.
Se me deshace la boca pensando en tiempo libre, infinito tiempo libre, días como océanos, interminables, preso del aburrimiento, la desidia, el agobio, la creatividad, el genio, el amor, la locura...
Para acabar diciendo que cualquier tiempo pasado fue mejor. - Y es verdad, coño! El celebro es mu listo y enseguida se olvida de lo malo, y le entra morriña del pasado, del pueblo, los animalitos, las borracheras, los amigos, las tardes sin hacer nada... Pero son sólo recuerdos, porque el pasado no existe, sólo el ahora. Aquí y ahora.
Luego hay mucho listo por ahí que se dedica a recordar muchos hechos y datos y plantártelos en la jeta, para que te afirmes en sus conclusiones. Para dejarnos como tontos a los de mala memoria, a los que no nos importan los hechos, sólo los posos que dejan: las emociones, las intuiciones, el algoritmo adaptativo cada vez más entrenado.

¡Sabemos tantas cosas que no comprendemos! Toda sabiduría de hechos es, en rigor, incomprensiva, y sólo puede justificarse entrando al servicio de una teoría.