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martes, 17 de noviembre de 2020

Transiciones

Con el paso del mito al logos
los griegos dejaron atrás sus cuentos y supersticiones,
comenzaron a explicarse el Mundo científicamente.

En nuestra transición,
dejamos atrás la dictadura y
nos sumergimos en la democracia burguesa.

Todo es una transición: 
del blanco y negro al color, 
del cine mudo al surround 7.1

Claro que... 
Todavía hay quien cree en dioses y demonios, 
que el régimen del 78 sigue latiendo,
que la tele es la misma basura -aunque esté saturada de color-,
o que escuchar la música a todo volumen
en el estridente altavoz de un celular
es lo puto mejor.

Exterior de la Iglesia de Herrera del Duque. Abril de 2017

jueves, 2 de agosto de 2018

Batallitas de oficina: entre el Maresme y Barcelona

Durante unas semanas estuvimos en el vientre mismo de la bestia.
Condujimos a velocidades de vértigo
por peajes y carreteras de tráfico asfixiante, denso.

En la oficina me reuní con otros centauros,
también apresurados.
Tomamos cafeína,
mientras hablábamos de la humedad,
restaurantes
y los laboratorios donde se diseña la nueva cocina.
Salieron a relucir las Ramblas,
las drogas, los puticlubs, los guiris
y los precios de la vivienda en escalada.

Peatones airados proferían esctalógicos insultos
contra los propietarios de gatos y chuchos.
Mientras patinetes eléctricamente propulsados
competían por la okupación del carril bici.

Me vino a la mente mi cuerpo magullado,
desparramado en plena Riera de Mataró,
una mañana de Santas.
(accidente in itinere)
Rodeado de adolescentes trasnochados
que no sabían de manadas ni burundanga,
que miraban extrañados el espectáculo:
un vehículo de dos ruedas,
el adulto con melena
y un derrape absurdo en la acera.

Disfruté cada trayecto en autobús,
con los primeros rayos de la mañana,
escuchando conversaciones ajenas,
escudriñando recovecos entre el mar y la carretera.
Leyendo con los cascos puestos,
aislado de los chillidos de una familia extensa.

Me recreé en lo corto y expreso de cada café,
en cada cruasán del Takashi Ochiai,
en cada kebab.
Despotriqué contra la Moritz
y alabé a Estrella Damm.

Reencuentros con viejos compañeros,
batallitas de currelo,
visitas a salas de servidores,
palpar el hardware,
estirar los cables...
Tardes interminables...

La salida al asfixiante asfalto,
autobuses, coches, motocicletas,
tensión, prisas,
fumar, cáncer...
Gente que salta a la vía,
arrollamientos...
Taxistas provocando atascos,
autobuses que nunca llegan,
los vagones, los magreos...

Laia l'arquera - Mataró

Hicimos nuestro el refrán:
"Barcelona es bona
si la bossa sona"
Visitando con las niñas
centros comerciales:
nos vendieron muchas cosas,
rosas,
casi todas.

Celebramos sus tradiciones:
de castillos humanos,
petardos, agua, fuego
y butifarras a la brasa.

Nos clavamos lazos amarillos,
en ambos pechos,
mientras rezábamos por los presos.

Irisadas medusas
flotaban entre basura.
Sí, también fuimos depredadores
de lugares donde dejar el coche.
Blandiendo la sombrilla cual espada,
tomamos posiciones
justo en primera línea de playa.

Nos sentíamos bien:
Por tener nuestro lugar,
en una urbe de tiempo y espacio apretujados.
Por lo deseado de nuestra fuerza de trabajo.
Por ser fieles observadores...
de las leyes de mercado.

jueves, 25 de enero de 2018

Soñé al 1%

Soñé con un mundo donde no se cumplen los sueños.
Donde hasta los 27
puedes ser cualquier cosa:
Janis Joplin, Kurt Kobain
o ponerte a trabajar.

Soñé un mundo donde el 1% de la población
posee el 90% de la riqueza.
Soñé con vivir el sueño del 1%

Soñé un mundo de oportunidades,
un mundo de horario laboral intensivo:
9 horas diarias
6 días a la semana.
Soñé el pleno empleo,
sin vacaciones ni sueldo.

Soñé con prostitutas,
estafadores y ladrones.
Soñé con autónomos y temporeros.
Soñé la desigualdad
y sus extrañas profesiones.

¿Para qué seguir soñando...
¿Para qué seguir soñando!
Si tengo más de 27,
si formo parte del 99%,
si sólo me queda aguantar
y traer al mundo otros
que aguanten detrás.

Soñé con una gran fiesta,
alcohol, música y chuletas.

Volví al "uno dos" de mis discos:
Agila,
Fugitivos del paraíso,
Editor de sueños,
Pafuera telarañas...

Golpear una guitarra,
manchar un lienzo,
garabatear la hoja en blanco,
soñar tags HTML,
instrucciones CSS
y texto parpadeando.

Soñé con porros y más drogas.
Pensé en Amancio y Gates,
me preocupaba su felicidad
y la del resto del 1%
¿Habrían cumplido su sueño?
¿Al menos al 99%?


lunes, 15 de enero de 2018

A mí me gustan mayores

A todos nos pasa que estamos un poco perdidos.
A veces nos pasa que andamos buscando la manera de vivir mejor.
Yo tengo algunas ideas, vagas.
También tengo el miedo a que acaben en un vivir peor.
Tomar decisiones, elecciones,
apostar por lo conocido,
lanzarse tras un destello multicolor...
El trabajo, las tareas de casa,
lo que esperan de uno:
familia, amigos, compañeros...
La pasta, el auto, el colegio, los médicos...
La diversión, el deporte, crear, cultivar...
¿En el campo se vive mejor?

Siempre es más fácil saber lo que no queremos.
No soy un viajero aventurero.
Me imagino más como una piedra:
"porque las piedras siempre van al fondo de las cosas"
O una planta...
Me gusta cómo crecen las plantas,
cómo echan flores, frutos, semillas...
Producen mucho,
así, como inconscientemente,
parecen querer gustar a todo el Mundo.
Maman pero no lloran.
Y si lloran a nadie importa.

Me gustan los árboles:
como a Becky G,
a mí me gustan mayores,
de esos que llaman catedrales.
Me gustan grandes,
que no quepan en el objetivo,
que haya que fotografiar por partes.

Divide y vencerás:
si divides lo suficiente
llegarás a la fórmula matemática.
Sólo hay que encerrarla en su
recipiente de ámbar y
volver a multiplicar,
para construir otra realidad:
digital, virtual,
y otra vez mesurable, reproducible,
formando una geometría fractal.


Romanesco - Herrera del duque 11-01-2018

* [...], si yo no hubiese sido persona me habría gustado ser piedra, porque las piedras siempre van al fondo de las cosas. [...] - José Domínguez, "el Cabrero".


viernes, 2 de junio de 2017

Miedo y asco en las redes sociales

Hay gente que tiene miedo del facebook, el twitter, internet... De esos medios que democratizan la sociedad, que fluyen en horizontal y no en vertical?
Por eso Belén Esteban es tan importante... cuando lo podría ser cualquier vecina de tu localidad. Por eso el Madrid y el Barça tienen tantos seguidores, cuando el equipo de tu barrio puede ser tanto o incluso más divertido.

Y tienen motivo para ser recelosos: las redes sociales y el internet resultan adictivos, impiden centrar la atención, se pierde el tiempo rellenando formularios, buscando ofertas, información relevante, tratando de entender... Al final, a uno le queda la sensación  de ser un títere que va de aquí para allá, a merced de no sabe muy bien quién o qué.

Hay otra gente que no tenemos miedo. Pero sentimos que las esperanzas de cambio, de participación y justicia, que brindaban las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, se han visto cercenadas: que la web no es tan participativa, que los grupos de poder no han desaparecido sino que han incrementado su presencia en nuestra cultura.

Los grandes organismos y los grandes medios han inundado la web 2.0 con sus contenidos. Y, claro que sigue quedando espacio para el underground: que otra vez ha quedado oculto bajo lo masivo y estridente, bajo la sospecha de la inseguridad informática, el spam, terrorismo...

Los temerosos, lo son de perder su privacidad, que las fotos y contenidos que publican puedan volverse en su contra, o en la contra de los seres que aman, que les tomen por tontos, pedantes, que roben sus derechos de autor...
Y la vida virtual no deja de ser como la vida real: -Si quieres que algo no se sepa no lo publiques, no hables de ello... - Si quieres que algo se sepa: Hazlo público! Háblalo! No seas ñoño, no esperes que nadie venga con la cucharilla a rascar tus sabrosos contenidos. -¡Ahórrate el psicólogo o el cura! ¡Cuéntaselo a la red social!- Todos estamos solos! -¡Ahórrate el bote de pintura y escríbelo en el muro del ayuntamiento de tu localidad...
-¿Quién sabe? Quizá alguien conecte con tus preocupaciones, intereses... Aunque, lo más probable, es que sean considerados irrelevantes (como en la vida real). Belén Esteban solo puede haber una, es suficiente.

También hay acosadores e impertinentes. Las patologías se proyectan en las redes sociales:
"un idiota que se da mucha importancia
un baboso que no mide las distancias"
Son los mismos problemas que siempre hemos tenido cuando nos relacionamos con otros. Con el añadido de que ahora tenemos dudas técnicas, dudas sobre el alcance, la duración en el tiempo, dudas legales...

Las redes sociales son propiedad de grandes empresas que lo único que quieren es ganar dinero. Y, bien mirado, esa es la tónica general en nuestra vida: aseguradoras, bancos, compañías energéticas...
El cómo se gana el dinero es siempre contingente: depende de la oferta y la demanda, de gustos, tendencias, recelos... Lo que ayer era lícito puede no serlo mañana. Lo que estaba bien puede que otro día esté mal... la inestabilidad e incertidumbre es la que asusta...
¿Por qué renunciar a estos servicios (comunicarse y relacionarse con los demás) a cambio de que una empresa americana utilice tus datos para diseñar sus estrategias de mercado? ¿Por qué arriesgarse a amar si el desengaño produce un gran dolor?

Las compañías se han convertido en mediadoras en nuestras interacciones: entre los contenidos que publicamos y los usuarios a los que llega, entre el producto de nuestro trabajo y los bienes que adquirimos. Y es una mediación con intereses mercantilistas, para crear un mundo donde al usuario se le ofrezcan los productos que desea, antes incluso de que él sepa que los desea, un mundo donde fluye el capital...
Organizan los contenidos para que sean útiles a sus intereses y los de sus patrocinadores: en líneas de tiempo, tags que tematizan y organizan la información. Y, ciertamente, resulta también útil y atractivo a los usuarios... Existe esa codependencia: los grupos de poder invierten porque los usuarios se sienten atraídos por esa red y, a su vez, los grupos de poder se sienten atraídos por estas redes que concentran enormes masas de personas. Pero el control final lo tienen las compañías y, solo en la medida en que obtienen un beneficio, ofrecen el servicio. Solo en la medida en que tus intereses no confronten con los de los grupos de poder, tienes cabida en sus redes sociales. Solo en la medida en que te acomodes a su funcionamiento, tu actividad tendrá éxito.




En cierto modo, me molestaba 
su rígida estructura
y la línea de tiempo,
lo efímero de las publicaciones.
-Vale... que sí, que dejaban rastro.
Pero al abrir...
siempre me aparecía lo último.
Yo, solo quería ver las notificaciones,
esos avisos chillones en color rojo.
Pero la sensación de frescura me atrapaba...
y continuaba... 
Scroll down
Scroll down
Down en el mismo instante de tiempo.
Hasta la saciedad:
de publicidad,
de los que quieren que me interese por su proyecto,
impersonal,
de la difusión de pensamiento único,
de sentirme un medio, 
una estadística.
Yo, que amo lo personal, la felicidad.
Y también la libertad y diversidad:
de opiniones, ideas, relaciones...
Estúpidamente esclavo,
de la pose y la dejadez.
Sacrificando el deber
en el altar del malestar,
del porno y la red social.


miércoles, 8 de febrero de 2017

Fotografía, movimiento y entendimiento

-No hay banda, no hay orquesta.
-¡Pero oímos los trombones y clarinetes!


- Está grabado. Es una ilusión. Una impresión, un recuerdo, sueño...


Como en la imagen: "Imaginamos" que el agua está en movimiento, que los chorros impactan en las mansas aguas del pilón... ¡Y saltan chispas! transparentes y frías.
Pero no hay movimiento, está congelado en un puñado de bits.

Pila bautismal en la fuente de la plaza de Santa María - Guadalupe - Cáceres - Extremadura

Si preguntas, si debates, todos entendemos que el agua se mueve, porque nuestra experiencia así lo corrobora.
Las maravillas del intelecto, que nos permite comunicarnos, compartir ideas, conceptos... Como si estuvieran en una gran mente común. Como si todos estuviéramos revestidos por la misma piel... Y es que tenemos los mismos sentidos ¿cierto? Como los monos, los mamíferos, vertebrados, ¿los insectos? ¿equinodermos? ¿plantas?
La imagen es sólo eso. El movimiento y la lógica los pone el entendimiento. El entendimiento es estimulado por los sentidos, el deseo...

"El «temple» consiste en acomodar el movimiento de los engaños a la velocidad del toro, a lo largo de toda la embestida."
Ajustar el tiempo al del toro. Parar el tiempo... Cruel y efímero invento: el tiempo, sigue su curso. Nosotros percibimos la aceleración, la velocidad.

Y uno puede poner en duda que Dios, o la gran mente común, existan. Pero nadie cuestiona el tiempo,
esa dimensión vacía
que vamos llenando de hechos
diciendo que unos preceden a otros...

martes, 10 de enero de 2017

Decadencia

El Sol se pone todos los días
y nadie hace nada por detenerlo
Porque, en el fondo:
Todos somos partícipes de su espíritu destructivo,
autolesivo.

Curiosos adictos...
Siempre nos quedará la huida,
a cualquier otro planeta.




El atardecer resulta decrépito,
apacible,
como un edificio abandonado,
a medio hacer,
donde reposa del guerrero...



Comenzó como un juego,
lo tomamos demasiado enserio...
Y llegaron los esclavos,
los miedos y los vicios,
de las metas y los objetivos,
el salario y el plazo fijo.

 

jueves, 26 de febrero de 2015

Killed Winter

Era una tarde cojonuda, de finales de invierno.
Los niños jugaban, se mofaban, y tiraban piedras...
Los padres bebían embrutecidos.
Las mujeres, en sus batallas de apariencias y composturas.
La Naturaleza vestida de tenues olores, modestos colores...
observaba impávida.


Y la noche se tiñó de rojo. 
De pesadillas y heridas.

Orquestas de perros batiendo mandíbulas.
Las ovejas balando de miedo...
- ¡Regeneración! - Gritaban.

Mientras, pajarillos entumecidos ensayaban 
la alegre canción de un nuevo día.
Sobre jaras pringosas y encinas carcomidas.

domingo, 25 de agosto de 2013

The end of the summer


Las nubes habían ahuyentado las hordas de turistas.
El viento y el romper de las olas
apagaban el rumiar de los pensamientos.




A lo lejos,
barcos de guerra acechando el puerto.

Las aguas aún cálidas,
decían:
-El fin está cerca.


sábado, 24 de agosto de 2013

Autoayuda

Cuando uno está perdido, inseguro, o pergeña planes que no tiene ni idea de cómo abordar... Busca el apoyo de los demás.
Si nadie es sensible a su circunstancia, entonces busca un libro de autoayuda -algo que le permita huir de los miedos y prejuicios, para construir un plan racional... o un plan sin más-.

No suelo leer este tipo de literatura. Supongo que habrá muchos subgenéros: de corte místico, psicológico, científico, ancestral, económico, emocional, ...
En general, nos acercamos a ella cuando los problemas planean acechantes sobre nuestras cabezas -o directamente han bajado a picotearnos los ojos- y buscamos una solución rápida.
Apuramos hasta el final: —Porque cuando las cosas van bien... ¿A quién le importa la autoayuda! 
Aunque no todo es reacción (las circunstancias nos colocan en una encrucijada, entonces buscamos una solución), también está la acción (los que buscan incansables la mejora personal, nuevas metas y proyectos; y necesitan fuentes de inspiración para abordarlos).

Para mí, los libros de autoayuda siempre han tenido un punto de pretenciosos y simplistas. No son literatura, ni trabajos científicos, más bien: un batiburrillo de muchas cosas. Al modo del tutorial, o guía rápida, para la instalación de un programa informático -cómo echarlo a funcionar y hacer las operaciones básicas-. En ocasiones es justo lo que necesitamos: —Por algún sitio hay que empezar-. Pero cuando hablamos de nuestra propia persona, no es como el GIMP -que lo abres una vez cada dos años para retocar una foto-, sino que nos necesitamos continuamente.
Así que, es difícil encontrar soluciones rápidas a problemas complejos, como es difícil conocer y utilizar todas las funcionalidades de un Sistema Operativo. Hay que dedicar tiempo, experimentar, reflexionar... —¡Conócete a ti mismo!

Yo nací de culo y prematuro... Al cambio, soy una persona normal. Lo que me lleva a pensar que en la vida existen muchas opciones posibles... tantas que nos abruman.
Con suerte, tendremos un entorno tolerante y animoso, que nos conceda libertad a la hora de tomar decisiones, elegir lo que nos apetezca, lo que nos pida el cuerpo.
Con el tiempo, quizá, adquiramos el suficiente conocimiento de nosotros mismos -y de lo que nos rodea- como para poder valorar de forma realista las consecuencias e, incluso, ser capaces de prever.

Se requiere dedicación -no necesariamente esfuerzo o sacrificio-. También cierto valor, quizá inconsciencia: porque somos animales gregarios, de costumbres; los miedos nos atan bien corto, nos inmovilizan -si está funcionando no lo toques-.

**************************

Un día, una empresa americana compró a otra -también americana-. Y el trabajo que habían estado desarrollando durante meses los ingenieros de una pequeña compañía española, se perdió bajo toneladas de bits polvorientos, en un servidor de cualquier rack.

En un mundo al revés todo sería distinto: el trabajo tendría sentido y aportaría un bien; la especulación sería objeto de burla y la opulencia el peor de los males.

Cuando hasta las cosas más serias -a las que se dedica tiempo, esfuerzo, ilusión y en las que se compromete a otras personas- pueden caer en el olvido y ser desechadas sin más; uno se da cuenta de que las personas serias -las que negocian, las que cohercionan y, con gesto grave, deciden lo que está bien y lo que está mal-, en realidad, no son más que malos actores intentando agradar a alguien o algo, que siempre está por encima, y es ciertamente difuso.
Así que, a las personas serias no les importa la autoayuda, no tienen ningún interés en ellos mismos, y lo que marca su rumbo les es totalmente ajeno (lo que está por encima, los recursos que tienen que gestionar, lo que se espera de ellos, ... estrategia).
Por tanto, en la vida se puede hacer cualquier cosa. Cualquier cosa, excepto dejarse avasallar o ningunear por los criterios meramente circunstanciales de las personas serias, que sólo buscan un beneficio externo a ellos mismos -que escapa totalmente a tu control y que ni tan siquiera alcanzas a intuir-.


En un mundo al revés, los libros de autodestrucción serían los más vendidos. Y las estrategias de mercado una 'rara avis'. Y, por supuesto, no serían necesarias notas discordantes...

**************************

Es parte del vivir antinatural, del llevar la contraria a lo que somos, intentar fabricar lo que ya está dado en la Naturaleza: que acaba resultando imperfecto y conlleva la fabricación y adquisición de otras cosas para suplir esas deficiencias. Y así en en una espiral de consumo-compra, que no sólo acaba con aquel aspecto de la Naturaleza que pretendíamos suplir con nuestro invento, sino con toda ella.
En los bebés resulta muy notorio: para no dar el pecho lo canjeamos por el biberón, que lleva inevitablemente al chupete. Para no llevarlo encima, lo metemos en un carrito, que necesita infinitos complementos para los diferentes fenómenos meteorológicos.
También se deja ver en la agricultura, la ganadería, la alimentación... y la complejidad de la química necesaria para adaptar la producción de la Naturaleza a nuestras economías de escala.

Así que todo acaba violado,
como esas frías mujeres
de tantas películas:
Mononoke, Trinity, Beatrix Kiddo...
a la captura de su lado devil.
Como si fuese necesario demostrar
que también son personas,
imperfectas,
como todxs.

No, no somos como el junco:
que se dobla pero sigue en pie.
Tenemos un ávido instinto de muerte.

Desconócete a tí mismo!
Aliénate y también lo que te rodea.
Deconstruye, desmiembra:
química, mecánica, electricidad...
Hasta que el espejo en que te miras
sea solo una montaña de escombros.
Hasta que no quede auto reconocimento,
ni entorno, ni ayuda posible...
solo la nada.



domingo, 3 de diciembre de 2006

Momento

Vives pendiente de la hora...
la mirada perdida en el segundero,
paralizado, mientras la vida se escapa,
en espera del acto absurdo,
que ponga en marcha el Mundo.

Nada tiene sentido en soledad,
mejor dejar la cabeza vacía
que perderse en absurdas fantasías
o fraguarse un infierno de ansiedad.

Todo en calma...
menos los ruidos de siempre.
De fondo, la ciudad.
En la mente,
el lugar donde nunca estás.

Es la vida moderna
fuera del hogar.
Sin leche materna,
sin conflicto filial.

Y los amigos ¿dónde están?
¿Y el amor?
Perdidos en otra gran ciudad.

Las raíces quedaron lejos
porque entre viga y cemento
asienta mejor el tronco seco
que un hombre lleno de anhelos.

Atrapado en una selva de metal,
en esa entelequia, llamada bienestar.
Todo se vuelve trabajar.
Nada vale nada, en la gran ciudad.

domingo, 10 de abril de 2005

Urticaria de vida.

La vida no debería ser dura ni amarga,
habría que acabar con los explotadores.
Alegre amanecer junto al mar en calma,
lleno de ira y rabia porque se fue la noche.

Entrar en la vida de los demás,
correr veloz delante de nada,
huir del que dice que hay que parar,
sentir el corazón que se desata,
ver pasar los campos tras un cristal.

Hundidos, hasta el cuello en mierda
por no actuar contra quien tensa la cuerda,
por dejar que otros coman sólo piedras
mientras sus ombligos engordan, aumentan.

Grandes viajeros sin afectos,
sin lugares donde parar quietos,
no ven lo que buscan y se van lejos.
Buscan convencerse de que el mundo no es tan feo,
chocan contra la Humanidad y sus peores sentimientos.